"¡¡¡VUELVE A TU CUEVA, RUBIALES!!!"


Clinc, suena mi watsapp sobre las dos de la tarde; es mi hermana con un rotundo mensaje: SOMOS CAMPEONAS DEL MUNDO"; dudé y le dije, pero ¿este año hay mundiales?.

Vaya por delante que jamás me he conectado con ninguna noticia deportiva en general ni futbolera en particular. Ignoraba este campeonato de la misma forma que los anteriores celebrados. Lo más cercano a un balón en mi vida han  sido  los pelotazos que me rebotaron durante los recreos en el patio. Pero, el hecho de que fuera una victoria femenina en este caso, me pareció de gran trascendencia. No atendí a más datos que me pudieron llegar y continué con mi serie y sus capítulos.

A mi habitual temprano despertar, se unió la avalancha de fotos sobre un tal Rubiales, relacionado con el fútbol y  una de las jugadoras que llevó a la cima a su equipo. No me entero de nada y necesito datos y contextos para comprenderlo.

Recojo todo lo que pueda esclarecerme este tema y comienzo a sacar conclusiones contrastando esas palabras informativas. No, no se cumple aquello tan popular de que una imagen vale más que mil palabras, porque la realidad, afortunadamente, la tenemos en movimiento y no fija. Ya no cuadran las afirmaciones de Rubiales en las que pretende repartir la escena entre ambos. No. Rotundamente, no. La suma de despropósitos cometidos por este macho de penúltima división X (detrás sólo quedaría una categoría reservada para su ego y pienso que la ocupará en breve) lo convierte en IMPRESENTABLE para el deporte y para el mundo. No podemos jugar con esas pautas marcadas, tan sucias, tan peligrosas. El deporte es una afición, un juego pero tiene sus reglas basadas en el respeto a lo que hay que añadir, ahora más que nunca, la conseguida IGUALDAD en las victorias.

Concierta una asamblea donde su defensa es el ataque  hacia quienes lo acusan. Sus argumentos son de los típicos como él, cuyo idioma es el YTÚMÁS y se queda tan satisfecho con su exposición tan lamentable como él. Ahora, es la víctima; el resto, verdugo.

Hace alusión a sus hijas, celebra la buena educación que su padre les ha dado y las considera ejemplos para el mundo. 

Al mundo se lo ponen cada vez más difícil; es necesario ir a contracorriente de estas dañinas corrientes que surgen de esas cavernas. Si los progenitores se jactan de lo bien hecho..., no quedará otra que volver a la lección cero y pararse ahí hasta que estén preparados para la convivencia con los que ya están en grados superiores que, me consta, los hay y muchos.


LA VICTORIA DE ESTAS MUJERES HA SIDO IMPECABLE. ME ENORGULLEZCO.

PERDER EL CAMPEONATO UNIVERSAL DE LA IGUALDAD Y LA EDUCACIÓN, ME AVERGËNZA.


Comentarios

Publicar un comentario