"VERSOS VEEDORES: ¡VEO, VEO!, ¿QUÉ VES?"


¡Veo, veo!, ¿qué ves?,

¡Empieza por la I!,

Con ella comienza la Injusticia,

 y te diré qué hay delante

y lo que pasa por detrás.

Las sufren los pobres,

los de razas diferentes

que nos llegan por el mar.

 Desesperados que abandonan

el horror que les empujan

en pateras sin saber si vivirán.

Muchos no llegan,

y los que arriban a mal puerto,

pisan la tierra, pisan el desierto

de almas que les niegan

el pan y la sal.

Malviven escondidos,

sin identidad, nacidos

de algún vientre,

con dolor que permanece

con ese adiós para siempre

en busca de lo que carecen,

en esta vida breve

que,  por venir de dónde vienen,

su vida no vale más.

Mueren, desaparecen

sin nombres que anotar,

no eran nadies, ¿qué más da?

En otras orillas, del mismo mar

llegarán cruceros de lujos,

 de alta clase,

con papeles, con visas

aceptadas, sin nada que objetar.

Nos invaden nuestras calles,

no nos dejan respirar,

ellos van a lo suyo,

no piden trabajo, ni asilo

a la autoridad.

La costa es de ellos,

y la ciudad, sin protestas,

se la da.

Qué injustos los contables,

no salen las cuentas:

¿no molestan los millones

que atracan en esa otra orilla

y nos quitan tranquilidad?.

Pero, sí, incordian esos cientos,

que viven de caridad,

de unos salarios míseros

que no aceptan los nativos

para su vida laboral,

y que critican que aquellos

les quitan su pan.

Que dicen que los de allá abajo,

traen el mal.

¿Acaso los aquí nacidos

son la plena bondad?

Profesar unos rezos distintos,

si es lo que sienten, 

no los hace diferentes 

de los tan creyentes 

que tienen sus creencias 

y se las creen de verdad.

Que cada uno es libre,

con sus dioses y plegarias, 

sus rezos en su lengua 

y sus tradiciones igual.

Respetemos, por humanidad,

que la vida da muchas vueltas,

y que lo que hoy es el sur,

mañana puede ser el norte. 

Que la justicia, más humana

que divina, pierda su prefijo 

en ese camino injusto 

y le facilite el viaje 

hacia una vida más justa,

una vida mejor.




 





 









Comentarios

  1. Anónimo4/9/24, 7:17

    Versos conmovedores y removedores.

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    1. Gracias, Anónimo. Me han conmovidos y removidos al escribirlos.

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  2. Anónimo4/9/24, 8:55

    Ya no nos acordamos del barco con 2400 españoles que llegó a Chile huyendo de los franquistas. Fue el 3 de septiembre del 1939. Era mano de obra barata y sólo buscaban sobrevivir. Llegaron con una mano delante y otra detrás, sin nada.

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  3. Pablo Neruda se puso al frente de la expedición.

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  4. Millones de euros para deportistas extranjeros que llegan a España entre vítores y aplausos. Tratados momo dioses. Pero si un superviviente de guerras, hambre, mafias y de madrugadas en mar traicionero cobra una pequeña paga resulta que nos están quitando el pan. ¿Verdad, D. Santiago?

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  5. Qué mala memoria tiene la humanidad tan inhumana.

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  6. Es justo acoger al que venga a trabajar y luchar por una vida mejor y más justo es expulsar al que venga a delinquir y no respetar.

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