"BANCOS SIN RESPALDO"

 




Hay muchos tipos de bancos: los de las placitas (más o menos cómodos, pero  que sirven para descansar o para ver el panorama); otros,  los llamados también banquetas (suelen estar en la cocina, y te puedes partir algún que otro diente cuando te subas a coger un cacharro elevado);  no nos olvidemos de los banquillos (estarlo en un juicio o durante un partido de fútbol, puede acabar con tus huesos fuera de juego); todos, de alguna u otra manera, entrañan algún final inesperado.



 En cambio, hay un pariente homófono cuyo peligro ya conocemos de sobra: los bancos, aquellos que te atrapan con sonrisas mentirosas a cambio de sacarte los cuartos, los medios y muchos enteros; aquí no hay más asientos que los de sus apuntes anotados; los caramelillos de sabores que regalaban son ahora solo sinsabores. Aún no entiendo cómo siguen siendo los niños mimados a los que todo se les consienten. No lo entiendo.

Que se les "ayudó" durante la crisis anterior con una cantidad que debería proteger el fondo de todas nuestras pensiones y que, según responden, no lo devuelven porque les viene mal ahora..., sí, es tan surrealista que cuesta creértelo y comentarlo, pero es así.

Me parte el alma ver a los sufridos pensionistas a sus puertas   cada fin de mes para sacar lo que. justamente, se han ganado durante toda su vida. En verano, a pleno sol y los inviernos con lluvia, viento y frío. Es asquerosamente increíble. Con la excusa de la pandemia, no los dejan esperar dentro ( a pesar de lo amplio del reciento que da de sobra para mantener muchas distancias físicas entre ellos. Pero no, la única distancia existente es la que practica el banco con los derechos de estas personas). 

Cada vez, el personal bancario es menor, y ya ha llegado a lo mínimo. Me consta que muchos de los empleados han solicitado la jubilación anticipada (o bien, se la han anticipado a ellos en condiciones cada vez más precarias). Ellos fueron presionados y, de la misma manera, lo tuvieron que hacer con muchos de los que hoy esperan su turno.  Estas y otras muchas tropelías que siguen cometiendo han de ser paralizadas ya, porque ya es demasiado. 

No se le puede exigir u obligar a nadie a que sea su propio gestor bancario porque no le corresponde tener que saber cómo se opera desde un cajero ni cómo gestionar los trámites que necesitan hacer. Es obligación total y absoluta de la identidad que no vemos porque  se esconde bajo la mascarilla, gafas oscuras para no reconocer lo que está pasando




          ¡¡¡No hagamos lo mismo, no lo permitamos más.!!!

Comentarios

  1. Con la Iglesia hemos topado!

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  2. Son bancos con respaldo, pero solo para sus accionistas. Es una vergüenza que les permitamos actuar así

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  3. Hemos perdido una oportunidad de oro para crear una banca pública, con el rescate teníamos el 51% de Cajamadrid y no han querido. En este país solo se cree en el socialismo de pérdidas. "Cuando todo sea privado, estaremos privados de todo"

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  4. Es intolerable cómo nos roban los bancos!!! Pones en sus manos tus pequeños ahorros (en mi caso) y sales llorando de impotencia.
    Y lo peor está por llegar (ojalá me equivoque)

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  5. Si hay algo que me produce asco, repulsión, rechazo, vergüenza y ganas de no entrar son los Bancos. Hay que estar a la defensiva con ellos, procurando que no te engañen y que no te quiten tu dinero con las excusas más estúpidas. Me da pena ver a unos bancarios sin principios convenciendo a pobres gentes para hacer acopio de dinero con el que pagar a los jefazos -gente indeseable- y saciar la codicia que habita en cada uno de sus rincones. Creo que fue Juan Pablo II quien certificó que no existía el infierno con sus llamas y sus tormentos. Una pena.

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  6. BANCO BRANDO


    ¿Qué pago ya? ¿Qué atrasos? ¿Qué recibos,
    demoras e intereses banco frío,
    si tus cobros se han llevado lo mío
    te debo más y en mi casa no vivo?

    ¡Oh cuánto de creíbles tus patrañas,
    al no abrirme, por la cuestión horaria;
    quedé tras el cristal peor que un paria,
    fuera de tus productos y campañas!

    Cuántas veces mi esposa me decía
    –lee la letra pequeña, menudilla,
    viendo en qué gran fregado me metía.

    Y cuántas, cuántas veces de boquilla
    mañana renovamos –respondías–,
    cerrando, una vez más, la ventanilla.

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    Respuestas
    1. Solo tú sabes ser poeta en todas las circunstancias.
      ¡Gracias, querido hermano!

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  7. Son los usureros legalizados de nuestros tiempos

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