"HAGÁMOSLO CON PROPIEDAD"



Existen tres formas de comunicación: el lenguaje, la lengua y el habla. El primero engloba cualquier forma en la que deseemos manifestarnos; lo hacemos los humanos y, también, los animales, las plantas y los objetos; es decir, las personas cuando hablamos, lloramos, reímos, gritamos, gesticulamos, nos movemos, etc.; los animales, a través de sus movimientos, en el caso de los perros, con su colita cuando están contentos; las plantas, si necesitan agua o si están mustias 



y, los objetos (cada vez, con más frecuencia), porque están programados para hacerlo: semáforos, señales de tráfico, carteles, el humo (avisa del fuego), antiguamente, con las posiciones de un abanico,...,son infinitas.

Es decir, el lenguaje es cualquier acto comunicativo.



En el segundo nivel, está la lengua o el idioma, Aquí ya reducimos el campo comunicativo a las palabras (orales y/o escritas), y a los humanos ; nos regimos por cuatro componentes: morfología ( las formas: artículos, determinantes, calificativos, verbos, nombres, adverbios, verbos, preposiciones y conjunciones), la sintaxis (las funciones que existen entre ellas (sujetos, predicados y complementos), la semántica (el significado o los muchos  significados de cada palabra) y, por último, la fonética y la fonología (solo en el plano oral), 


Y, en el tercer nivel está el habla, la forma en que lo hace cada ser humano cuando se manifiesta oralmente.

Y es en el habla donde quiero hacer una reflexión: este nivel se identifica con un idioma que está en proceso de cambio, por eso, también se le denomina dialecto. Proviene de una lengua pero que se encuentra en momentos de transición hacia otra nueva. Se rige, mientras tanto, por la misma morfología, sintaxis, semántica pero no por la fonética ni la fonología de la lengua de la que proviene.

Los cuatro requisitos para que una lengua o idioma puedan serlo de pleno derecho son: morfología, sintaxis, vocabulario propio y, que  exista un texto escrito con esas formaciones.


¿Qué es pues, el andaluz?, efectivamente, hasta el momento, un habla o dialecto, con el que solo podemos comunicarnos en el plano oral pero no, aún, en el escrito. 

Quiero dejar claro que, dentro de lo que marca la norma atlántica, por lo que nos regimos los hablantes andaluces, son muy escasos los vulgarismos usados; mucho más frecuentes, en cambio, en otras zonas hispanohablantes. Desde mi punto de vista, estamos a la vanguardia de los cambios fonéticos, muchas de sus palabras se han modificado y, por ende, evolucionado, gracias a nuestro dialecto: las "d" intervocálicas se pierden y se van acortando las palabras (esto ya sucedió con el castellano cuando aún era un dialecto del latín).


En resumen, actualmente, no podemos expresarnos, por escrito, en andaluz; tan solo, de vez en cuando, permitirnos la licencia de transcribirlo (intentarlo a través de reflejar los sonidos mediante letras que se acercan a nuestra pronunciación personalizada). Y, yo, personalmente, me tomaré esas licencias cuando lo crea oportuno para comunicarme tal y como lo haría si hablara directamente con vosotros que, al fin y al cabo, es lo que me gusta.



Comentarios

  1. Orgullosa de ser andaluza!! Ea, es lo que hay!!
    Un besazo, Moby!!

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  2. Buen articulo, enhorabuena!

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  3. Vaya repaso y vaya resumen!! Que bien me ha venido. Yo también lo haré oportunamente. Y tú, continúa escribiendo en el nivel que quieras que te haces entender a la perfeccion.

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