"LA SANTI RECETA"

 

Los que habéis probado mi tarta de santiago estáis de acuerdo, parece, en que es la mejor de las que hago. Hoy os diré la forma en que yo la elaboro. Algún día, quizás, me anime a contarlo en un libro específico con toda mi repostería, pero, de momento, aquí va un adelanto:

UNA RECETA  (POR ALGUNA HAY QUE EMPEZAR), PUES, ESO, LA SIGUIENTE, SERÁ DOS RECETA...:

(DEDICADA A MI QUERIDO CUÑADO ANTONIO, EL IMPRESCINDIBLE, VA POR TI)

Mi TARTA DE SANTIAGO:

INGREDIENTES: (Mobyconsejo: coge una bolsita de casa, de las de 0,50 ct y te cabrá todo, no compres más de plástico!)

Bien, empecemos, asegúrate de salir de tu casa con la bolsa y las llaves después de cerrarla (no al revés). Saluda al vecindario sin revelar tus intenciones de lo que piensas hacer o adiós tarta y receta. Ya en la calle, ponte las gafas de sol para seguir en modo incógnito (una gabardina es lo suyo); anda con precaución, según la hora que sea, la gente y los perritos son diferentes. Mira por dónde pisas (advertido/a quedas). Pues, ahora, sigue, sigue (sorteando a la gente y comprando algún cuponcillo si te encontraras a uno de la ONCE, ya que estamos con los sorteos, hay que aprovechar) y, ya mismo, llegas a la plaza de Las Flores (no tiene pérdida, hay muchas flores), verás el edificio de Correos, lo miras y lo admiras (merece la pena, es muy entrañable para mí...); pasas por el lado de "La Marina" (sigo sin distinguir la derecha de la izquierda...), darás con él porque siempre están comiendo churros (sea la hora que sea, no paran), pues, justo enfrente, está el puestecito de Pecino, tiene los mejores frutos secos de todo Cadi Cadi. Vas y coges almendras Marcona, paquetillo de 250 gr (crudas, enteras, peladas y sin sal) y, muy importante, págalo después, eh?.

Ya tenemos algo en nuestra bolsita multiusos, poca cosa, aparentemente, pero la base de todo, y de la tarta también. Ahora, vamos a por los huevos, los queremos de campo, que no te los den del 3 o te habrán dado "pollo por gallina" (el gato y la liebre, aquí, como que no...). Hay varios puestos en la plaza de abastos (la plaza de toda la vida) donde los encuentras o no, según el día o las gallinas...). Si has tenido suerte, te irás muy feliz y, si no, pues mañana será otro día. Ya que estás, te vas al "Coní", la mejor de las mejores fruterías y verdulerías, hay de todo y siempre lleno (todo el mundo va allí), esperas tu turno (no intentes colarte o no habrá piedad para ti, que lo sepas...) y compras unos limones con piel amarilla brillante y sin marcas y enterito (vamos, que no esté blandengue); por último, el azúcar lo tendrás en tu despensa y si no, pues mal vamos de provisiones..., y tendrás que hacer la compra del mes en curso y repetirlo por no llevar tus cosas al día, no te quejes ahora, claro...

Ea, no te entretengas más de la cuenta, ya llevas más peso en tu bolsita, esto te evitará la tentación de irte de compras, así que para casita, ¡vamos!

Saca todo lo guardado y colócalo sobre tu encimera (que quede bonito) y separa 4 huevos, 1 limón, el paquete de almendras y el azúcar (según tus previsiones y/o provisiones ya mencionadas. El resto, guárdalo en su sitio, sí, no lo dejes para después, yaaaaa!!!

Ahora viene lo peor y más trabajoso: sacar sartenes del horno y vaciarlo entero (tómate tu tiempo y descansa si fuera necesario); horas después, podemos continuar. Coge tu escalerita y vete de excursión con ella hacia el último estante donde, seguro, estará el molde que necesitas (redondo, 28 cm y de 4 cm de altura), si no lo tienes o no lo encuentras, vete a la calle de nuevo y date una vueltecita hasta que se te pase y cómpralo y, repite los pasos anteriores.

Después del sofocón o no (en mi caso, lo encontré enseguida, en el estante de siempre, como debe ser), ya nos podemos meter en faena.

 

Abrimos, siempre con esfuerzo, el paquetillo de almendras, con lo fácil que es cortar con un cuchillito el lacito amarillo desde el principio, pues no, siempre empezamos así, a la tremenda, y las molemos hasta que parezca harina, sí, igual (con la thermomix, se consigue en 10 segundos a velocidad 10; si es de madrugada, huye a 100 por hora o el vecindario te moñeará con la escandalera que has formado, que lo sepas...)

 Si aún estás en tu casa, has triunfado y puedes continuar; sácalas del vaso y déjalas en un bol (siempre quise decir esta palabra, siempre decía cacharro hondo...) y que descansen del movidón y se serenen. En el mismo vaso, sin fregarlo, echa 200 gr de azúcar y la piel del limón (sin parte blanca o te amargarán el dulce, suena raro, no?, pues, así es...), y pulverizas (no, no es un spray...) 20 segundos también velocidad 10 (5,7, 10 progresivamente, que se vaya acostumbrando...) y no te tardes mucho, ahora la escandalera será mucho peor y, con suerte, aún no se habrán vuelto a dormir los vecinos y el cabreo será menor o no...; abre la tapa y baja los restos de los que hayan pretendido escaparse y reúnelos con el resto del grupo. Casca los 4 o 5 huevos (el tamaño debería ser L (no confundir con 50) y añádelos al pulverizado, vuelve el ruido, pero ya más calmado, unos 2 minutos, velocidad 5 (tiene que resultar una mezcla amarilla tirando a blanca, emulsionada... (queda muy profesional); Ahora, buscamos el bol o cacharro hondo, y lo volcamos en la jarra con todo lo demás, solo 10 segundos. El vecindario ya estará tomándose el segundo café, ya no hay problemas.

Forra el molde con papel de horno bien colocado, haz pliegues con él hasta conseguir domarlo sin arrugas por muy bellas que esas fueran. Remueve con una espátula todo el contenido del vaso para evitar grupitos ilegales y, sin compasión, vuélcalo sobre el molde preparado previamente según instrucciones. Enciende el horno, 180 grados, arriba y abajo o al revés, según te lo pida el cuerpo, y déjalo que vaya entrando en calor. Mientras, no te escaquees y friega todos los cacharros: todo lo de la thermomix (desmóntala, no seas espesito, cuchillas también, sí), el bol o cacharro hondo, la espátula y demás utensilios (espero que no estuviera también lo del desayuno o almuerzo por fregar o se te pasará el tiempo de calentamiento del horno, tú mismo/a. Coloca el molde sobre una de las bandejas que sacaste del horno cuando el desahucio, y ponla en la segunda altura empezando por abajo y, por fin, es el momento de entrar en situación. Es el paso más complicado, ahí te la juegas si no estás espabilado/a. Empezará muy despacio a tomar color, a broncearse, nunca a tostarse o la hemos liado; a los 15 o 20 minutos (según el horno; no, no quiero decir eso de que cada horno es un mundo, me da coraje esa frase porque todo mundo la dice...), se pincha con aguja o palillo (tipo brocheta para no dejar marcas, estaría muy feo después...) y si sale sin rastros de lo que ha pasado ahí dentro (lo que pasa en el horno debe quedarse en el horno), cogemos guantes o abrazaderas (o te acordarás durante mucho, mucho tiempo de no ser así) sacas la bandeja y la dejas tranquilamente sobre la placa (esa no se asusta de los calentones) hasta que se recupere de su sofoco.

Busca una base mona, o bandeja de cartón con blonda y coloca la tarta sobre ella. Recorta, con cuidado, el papel del horno para que no se vea y déjala otra vez en paz un buen rato. Ya solo nos queda el último paso, cubrirla (en mi caso) o espolvorearla con azúcar glass (si eres apañado/a, puedes hacer una cruz del santi, recortarla, y se quedará el dibujito después ;yo solo lo hice una vez, y no me gustó el resultado, parecía más una espada, pero, bueno...).

Es el año del jubileo y esas cosas, pues para los que queréis y no podéis hacer su camino, tenéis la oportunidad de hacer este recorrido que tampoco estará exento de dificultades en sus etapas, pero que os llenará de satisfacción cuando lleguéis a término. Buen viaje!!!

OBSERVACIÓN: TOTALMENTE APTA PARA CELÍACOS, NO CONTIENE GLUTEN.