"¿Y LAS INSTRUCCIONES?"
Bien, volvamos al parto: todo fue perfecto y decidí pedir el alta voluntaria antes de las 24 horas con la excusa de que tenía que poner muchas lavadoras (totalmente cierto, aunque creo que aún se comenta por allí...). Llegué a casa, la dejé en su moisés y empecé como otro día cualquiera. Ja! eso ya no era posible, mis cálculos y mi súper organizada vida hasta entonces se cayeron. Ya nada dependía de mi, sino al revés, ella era la que llevaba la batuta y yo pasaría a ser una pieza orquestada según ella marcara sus tiempos. De entrada, y de salida, no paraba de llorar. Siempre tenía hambre (según la pediatra, solo debía tomar el pecho); cada día pesaba menos (yo, también, solo engordé 3,5 kilos durante el embarazo y perdí 15...); el reloj perdió toda su utilidad al igual que el hecho de que fuera de día o de noche. Allí nadie dormía. No tuve ni tiempo para sentir la depresión postparto, pero sí, para verme, en pleno centro de la ciudad, con el pijama bajo mi abrigo, yendo a la farmacia (todo el glamour de tantos años se vino abajo, normal); ese día, con toda la desesperación, decidí que ya era el momento de ejercer como madre, consciente de las necesidades de mi bebé, y, después de informarme con los especialistas farmacéuticos, compré su primera lata de leche. Ya había transcurrido casi la cuarentena y, desde aquel instante, en el que Vivi tomó su primer bibi, cesaron los llantos, dormía casi todo el día y, lo más importante, casi toda la noche. El mundo volvió a ser bonito y, mi niña, preciosa.
Cómo recuerdo el día que llegaste con ella a casa.
ResponderEliminarFue una alegría inmensa!!!
Ese día llovía a cántaros y te vi con tu niña arropada por tus delgados brazos.
Cuánto nos emocionamos mi madre y yo.
Dimos las gracias porque todo hubiera salido tan bien y lo guapas que estabais!!
Nunca olvidaré esa imagen tan tierna!!
Qué día tras día seáis más felices!!!
OS QUIERO MUCHÍSIMO!!!
Y cuánto me ayudasteis, siempre os lo agradeceré!
EliminarFue todo un placer, recuerdo un día que la dejaste en casa porque tú no podías llevarla y yo la quería coger en brazos, mi mamá no me dejó y cuando tu llagaste, me dejaste que la cogiera!!
EliminarQué feliz fui.
Y bien que se ha criado la princesita. Ha salido lista, guapa y buena persona.
ResponderEliminarComo su titadory, se la usurpé...
EliminarHoy no te hubieran dado el alta con la excusa de poner lavadoras, todo el mundo sabe que se ponen en tarifa valle.
ResponderEliminar¡Totalmente de acuerdo, pero, también, el horno!
EliminarQue bonita!! Aún sin instrucciones, terminan siendo lo mejor que hemos hecho
ResponderEliminar¡Sin duda!
EliminarHistoria VIVIda.
ResponderEliminarQué arte, Manolo. Muchos besos!!!
EliminarTodo sigue igual… barriguita contenta niña feliz
ResponderEliminar¡Que te comooooo!
EliminarMi hija, Victoria, también la llamamos Vivi
ResponderEliminar¡¡¡Anda!!!, qué bueno!!!. Pues, surgió por casualidad, de tanto repetir su nombre cada vez que la llamaba para algo, opté por la primera sílaba dos veces. Y, ahí se quedó. No viene antes, pero yo me canso menos...
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