"¡VOLANDO VOY!"

 Esta madrugada, un avión surcará los cielos hacia la bota mediterránea. Allí, la espera su otro par anhelante. No ha necesitado cargar con una maleta que sobrepasara los límites de lo permitido, tan solo una pequeña. Su equipaje externo contiene lo justo, no necesita más. Ella va cargada por dentro, repleta de ella y ella es todo: un corazón enorme, una bondad inmensa, una generosidad infinita y una mente abierta donde guardar palabras escuchadas sin límite de horario,  24 horas, sin colocar jamás el cartel de cerrado. Esperemos que nunca la vida le cobre ese sobrepeso  con el que siempre viaja porque, si así fuera, seguro que pagaría el exceso para no dejar nada en tierra. La conozco muy bien.

Ella siempre es feliz, nunca agota su bodega donde guarda las mejores reservas de sus mejores sentimientos  y con los que no hace distingos al descorcharlos, todos son bienvenidos, nadie se queda afuera sin probarlos porque ella es así. Y quién nace y crece así, eMANA, su esencia por donde pasa y por donde reposa; sus hijos son retratos con muchísimos rasgos de ella y de él (su padre). Ambos han formado un equipo de primera, imbatible, donde los goles entran limpiamente, sin trampas y sin tarjetas de colores.

Por mi mente, se pasa tu llegada abrazada por ella, tu sol y tu estrella, ella también ha emprendido el vuelo y no parará hasta llegar al infinito en su soñada nave construida por ti y por su padre con esos dos motores que la impulsan para que lo consiga todo y lo logrará, no me cabe duda. 

Vivirás, viviréis días reales de ensueño, no quedará una sola piedra sin pisar, sin andarla, sin correr sobre ella. Serán muchos kilómetros de alegría, de risas, de sorpresas, de vivencias para guardarlas en tu memoria y en las de todos con los que te cruces por el camino.

Qué sabio fue Erasmo de Roterdam, qué sabios los que tomaron su nombre para engrandecer las vidas de tantos jóvenes y darles la oportunidad de aprender más allá de sus tierras de origen. Qué sabios esos estudiantes que desean completar ese aprendizaje compartiéndolo con quien le dio la vida, la fuerza, el entusiasmo, la grandeza en la mirada para contemplar y saber disfrutar de todo lo que tienen y van consiguiendo. Sí, eso es ser sabios, eso es sabiduría.

¡¡¡Vuela, vuela alto, Mana, y, aunque tus pies pisen el asfalto, sigue volando!!!