"¿JUGOSAS O SEQUERONAS?"

 


Decía mi abuela Manuela, mujer de fuerte carácter y cuyas expresiones las hacía a modo de sentencia, que en ninguna casa debe faltar el aceite, los huevos y las patatas porque esos alimentos siempre te darían de comer caliente aun cuando no quedara nada más en la despensa.


 

Estamos, pues, ante tres elementos básicos que son los reyes para la supervivencia.






La variedad con que construir platos a partir de ellos es grande, pero, nos vamos a quedar con nuestra reina nacional por excelencia: la tortilla de patatas. 



(la tortilla francesa no es de origen galo, sino español; durante la guerra de la Independencia contra el pueblo vecino, los campos quedaron arrasados, las patatas desaparecieron y no quedó otra opción que hacer l´omelette sin tubérculos, por lo que los españoles empezaron a denominarla a la francesa, solo con huevos).



Bien, como siempre, nuestra España está dividida en dos bandos enfrentados y no podía ser de otra manera, también, con respecto a la tortilla. Siempre se dijo que eran los "encebollaos" frente a los "descebollaos" (con o sin cebolla). Pero no, el cisma es mucho más profundo, nos enfrentamos a los que la defienden a muerte poco hecha (jugosones) o a los que matan por que esté muy hecha ("sequerones").

 Yo, por supuesto, estoy con los del primer bando y la defiendo a muerte frente a los resecos. No hay punto de comparación entre pinchar con  el tenedor un trozo y que de este brote el jugo que hace de salsa espontánea a las patatas (es un bocado exquisito, sin duda) con   las muy hechas o sequeronas; el resultado de ese mismo acto es como  clavar un cuchillo hiriente a un ser ya sin vida. Por lo tanto, me posiciono con los jugosones y descebollaos. Dicho queda.

En estas fechas, donde todo lo referente a la comida acaba en excesos, no creo que la tortilla sea una visitante muy popular en la mesa navideña por considerarla demasiada recibida durante el resto del año, quedando relegada a los duros día de enero.





Acabaré con otra de las sentencias de mi sabia abuela: levántate de la mesa, siempre, con algo de hambre, nunca al revés.

Pd.: ¡se abre el debate y los posicionamientos!


Comentarios

  1. A la tortilla como a la vida hay que echarle huevos.Me inclinó por la jugosa.

    ResponderEliminar
  2. Madre miaa!! Con la hora que es,.. que a mí me apetezca tirarle un bocadito a alguna de las dos fotos,.. ya es que tener buena pinta!!. Yo soy de las tuyas, jugositas y sin cebolla. A ti siempre te han salido muy bienn, las recuerdo

    ResponderEliminar
  3. Me encanta jugosa!!
    Es mi plato favorito junto con la ensaladilla rusa!!
    Pues yo al contrario que la mayoría de la gente estos dos platos caen algún día de festividad navideña. Ya sabéis que yo hago un picoteo, mi estómago no da para grandes platos de carne.
    Pues aunque este año somos tres comensales, cuando ha habido más, lo he puesto igualmente y a todo el mundo le apetece.
    Por algo será!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué lástima que no haya probado tu tortilla de patatas, pero tiene una pinta muy buena exquisita! 🤩

      Eliminar
    2. Nunca es tarde si no nos faltan ninguno de esos 3 ingredientes.

      Eliminar
  4. Has visto, yo también he vuelto. Saludos!!

    ResponderEliminar
  5. Dicen que la versión española de la tortilla francesa se diferencia únicamente en que aquí le echamos más huevos.
    En cuanto a lo que decía tu abuela,lo mismo decía la mía pero ella añadía lo de una telera de kilo,mínimo.

    ResponderEliminar
  6. Yo defiendo la jugosa. Y puestos a pecar, con un poco de menudo (sin garbanzos) por encima o unas almejas a la marinera está muy rica. No son inventos míos. Felices fiestas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario