"MIL RITUALES Y 1 +"

 


Hoy es la noche de las miles de intenciones para que nuestra vida sea mejor o, simplemente, diferente. Se acude a todas las pócimas mágicas, recogidas a lo largo de las muchas costumbres heredadas, con el sueño de que hagan por nosotros lo que no somos capaces de lograr. Se les pide, ruega o se les exigen que nos den  resueltos los propósitos incumplidos o no alcanzados. Imagino que la SALUD ocupará el primer puesto en el ranking de las peticiones; seguidos del AMOR y del DINERO. Tres palabras que mueven el mundo (y no siempre por ese orden...) por creerlas básicas para alcanzar la felicidad que, a fin de cuentas, es lo que se persigue desde el principio. No vamos a discutir si ese es el camino para llegar a esa meta porque nos desviaríamos del tema del día cuyas segundos finales son los únicos que le dan relevancia... (más de 23 horas ignoradas...). 

Concentramos en 12 segundos acompasados las ilusiones, los sueños, las necesidades, los caprichos, los amores imposibles, las facturas pendientes para que todo nos los concedan o, al menos, no nos lo quiten. Y, sospechando que nuestros ruegos no sean suficientes, acudimos al más allá para que nos los acerquen: ropa roja interior, alianzas bañadas en copas de cava, pies derechos (o izquierdos...) para no sé qué, velas que queman malos recuerdos (o para que nos traigan otros nuevos y que ardan el próximo fin de año...)

Son infinitos, miles, millones. Ya puestos, quiero añadir uno más: no hacer ninguno, así de simple y, quizás, aburrido, sí. El mejor sortilegio es aquel que no se practica, No dejemos nuestras vidas a merced de la suerte imposible. La vida llega a cada segundo, no hay nada escrito aún después de ese breve espacio de tiempo, tan solo las evidencias, la realidad palpable y demostrable que pasará sí o sí.

Siempre me ha sorprendido, que pasados esos 12 sonidos y tras las felicitaciones y los brindis espumosos, todo vuelva a la normalidad; el descorche da por acabado, con su fuerte explosión, la fiesta de los deseos. Es 1 de enero; y mañana, 2 de enero, un día cualquiera de los que nos quedan hasta que pasen los 365 y volvamos a empezar.

Y, por mi parte, desearos que, en  esos muchos días que nos restan por vivir en el 2022, encontréis la fuerza en vosotros mismos para conseguirlo. Esa es nuestra tarea, esa es nuestra responsabilidad. Solo nuestra. 

Comentarios

  1. Uffff, sí hiciéramos todos los rituales tendríamos el día ocupado de una manera desorbitante.
    Yo sólo desear lo de cada día,
    Lo importante es el aquí y ahora y tener una Nueva vida cada momento de nuestra existencia y dar las gracias por el bienestar de mis seres queridos.
    Siempre me ha dado "mal rollo" abandonar un año, por la incertidumbre del futuro incierto.
    Este año no es así, se trata de cuestión de segundos y un día más que cambia la fecha.
    Claro que nos vamos a tomar los 12 arándanos, este año lo hemos decidido así por mamá y por mi hermana y yo por circunstancias. Así mientras suenan la 12 campanadas pues tendremos las anécdotas de las 12 campanadas y ver sí vamos al compás y luego abrazarnos y desear la Salud!!!

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    Respuestas
    1. LO MEJOR DE LO MEJOR PARA TI, QUERIDA PATRI. BESOS ENORMES.

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  2. Que fácil sería asegurar tú suerte simplemente por no pasar bajo una escalera, comerte las 12 uvas de forma acompasadas o frotar tu décimo en alguna espalda.!! Si fuera tan fácil que nuestra suerte dependiera de los hechizos, a quien le tocaría tener mala suerte? Yo estoy contigo. Nuestra energía, nuestra responsabilidad día a día.
    Felizzz año a todos y ojalá esta vez nos funcione nuestras pócimas, jajajaja

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