"¿QUÉ ME ESTÁS VENDIENDO?"

 


Desde que la tele se metió en nuestras casas, allá por los 60, nos vendieron ¿gratis? películas, series, teatro, dibujos animados..., a cambio, y entre medio, en los intermedios, nos aconsejaban qué era lo mejor para prosperar en la vida y ser más felices: "con 20 billetes verdes, te compras un televisor" de Telefunken, y, claro, allí que te ibas a por él y firmabas esas letras de todos los abecedarios existentes, pero tú ya lo tenías en el centro de tu casa dándole mimos hasta amarlo. 

Los anuncios de aquella época eran muy básicos, sin más efectos especiales que los que provocaban en ti: un mundo desconocido afuera donde habitaban las ilusiones que no conocías. Aparecieron los frigoríficos, de la marca Fagor, con su slogan: "que te fagorices", y tú, te fagorizabas firmando más letras de las que contiene una enciclopedia.


 Los coñac también tenían lo suyo:" Veterano, para el hombre"; el ponche: "Pon, pon, ponche Caballlero, el mejor del mundo entero";  vermuts, Martini; licor 43; y otros muchos productos que vinieron enseguida: Carmen Sevilla con su Phillips y su canción; las maquinillas de afeitar, guillette; la coca cola, el colacao con su negrito tropical; el revolucionario yoghourt, danone, por supuesto; los detergentes: 

 Persil, "lave su ropa con persil" al son de la marcha nupcial para demostrar su pureza; "mi ariel, nunca me falló"; "si encuentra algo mejor, cómprelo, colón; "hay que pensar con la cabeza y lavársela con caspolén, ( champú anticaspa); las pastillas milagrosas okal y el calmante vitaminado...


Era tan primitiva la forma de mostrarse como lo era la de los receptores, que tenían el éxito asegurado en cada campaña publicitaria. Era habitual que todos hicieran suyas las canciones que acompañaban a esos productos. Todo se vendía porque llegaba a todos muy fácilmente (el mensaje era muy explícito y, su código, también).

Actualmente, siguen, son los que mantienen las industrias de las cadenas televisivas. Pero con muchísimas diferencias: ahora, son momentos donde se aprovecha para hacer algo pendiente y te incorporas cuando vuelve lo que se interrumpió, vaya esto por delante; además,  la competencia entre las marcas de un mismo producto son infinitas en un mercado inmenso para vender y que te compren. 

 Por otra parte, son tan sofisticados y  opacos en su realización que, aún viéndolos, lo más que te puede impactar es la situación o el contenido, incluso, de lo que te anuncian, pero, casi con toda seguridad, no lo asocies al producto que quieren que compres; es decir, no te has enterado de nada porque está tan escondido en su presentación que solo te sorprende, como mucho, la representación de ese producto, no el producto en sí. Conclusión: lo sencillo es mucho más eficaz, directo y rentable para llegar al mundo que utilizar escenas con mujeres u hombres sexys para venderte un perfume y que solo servirá para admirar lo bellos que son, pero, de la marca,,, que no me pregunten. Por desgracia, no es que ahora seamos menos simples que antaño para esto, sino que son ellos, los anunciantes, los que se complican demasiado, tanto, que no  consiguen,  en la mayoría de los casos, su objetivo: vender su marca propia, sino solo un perfume cualquiera, del que me guste su olor (en la tienda), porque, no han sabido mostrarte su esencia para que la olieras en su anuncio. Cuestión de marketing, creo.

NOTA: SI ALGUIEN ENTIENDE EL ESLOGAN, DE NO SÉ QUÉ BANCO, QUE DICE: PORQUE TÚ, PORQUE TE, QUE ME LO EXPLIQUE, POR FAVOR!!!

Comentarios

  1. Jajaja, cuanto me he reído.
    Es que es verdad, yo de los anuncios de perfumes nunca me entero de la marca que anuncian.
    Y lo del banco ese, pues ni idea y además me parece inapropiado sin decirte las ventajas que te pueden ofrecer!!
    Me vienen genial los anuncios para hacer otras cosas!! Para mí esa es la ventaja y además la publicidad dura una eterniaddddddddd

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    1. Pues, sí, es para lo único que sirven, la verdad. Besitos, Patri.

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  2. Jajajaja, yo tampoco lo entiendo bien jajaja. Es verdad que hay publicistas que dan al clavo. Me encantan algunos de coches o deportes, me impactan sus eslogan, pero a los que tú te refieres, también me impactan por lo mismo que a ti, por lo mamarrachos que son. Que fotos tan entrañables!!

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    1. Lo mejor es que nadie sabe de qué banco es ese eslogan; vaya fracaso de campaña, me encanta que le haya tocado a un banco...

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  3. Y lo que bailamos con sus músicas !
    ( Hermana mediana)

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