"NO ME PISES LO FREGAO"

 



Mucho fue lo que lloré de pequeña por llamarme Manuela. Mis hermanos me decían que tenía nombre de portera. La única referencia que conocía de esta profesión era la de una señora que limpiaba y cuidaba la casa de todo el vecindario de una tía mía. No recuerdo cuál era su nombre, pero eso era lo de menos; de lo que sí me acuerdo era de sus malas palabras cuando alguien pasaba y pisaba sus suelos aún húmedos dejándoles las huellas que echaban por tierra todo su trabajo. Asocié Manuela con no ser "demasiado agradable".


Años más tarde, entre las dos ( con mi hermana mediana que así es como se describe ella, cuando comenta en este blog, por aparecer su nombre como "anónimo" y que no consigue modificar por el suyo propio) compartíamos la limpieza de la casa  todos los sábados . Ahí fue dónde me identifiqué con mi nombre y con aquella portera con sus suelos pisoteados. Es horrible contemplar cómo destruyen tu trabajo en un instante y sin remordimiento. No entendía el porqué, una vez  hecha la infamia, decían: ¿anda, no recuerdo para qué iba a esa habitación?, se daban la vuelta y cuando les llegaba ese maldito recuerdo a su memoria, volvían a las andadas. 


Con los años, aún me molesta más, tanto que, hago la limpieza el día que no vendrá visita y, si lo hiciere, tengo montado en la entradita (macetilla para los gaditas) un espacio de recepciones e, incluso, que se puedan tomar su cervecita (con o sin alcohol) y algún aperitivo de acompañamiento. La verdad es que ha sido muy bien aceptada esta singular "acogida" donde se reúnen los visitantes y algún que otro vecino que se quiera acoplar. Es, además, una zona de fumadores, sin prohibiciones, cuyos humos, si se les sube a alguno, se esfuman a través de la claraboya entreabierta del techo. Se ha creado una zona de paso sin pisar ni pasar del trabajo ajeno. 

Hoy, me encanta mi nombre y, encima se ha puesto de moda..., y, sobre la portería, ya nadie me marca un gol en mi propia casa.


Comentarios

  1. Manuela, tu macetilla está sembrá, no le falta un perejil. Tienes mucho arte!

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  2. A mí me pasa igual, no quiero que me pisen lo fregado.
    Como siempre muy buen relato

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  3. Yo tenía una vecina que siempre fregaba el pasillo de su casa a la misma hora. Mientras se secaba, dejaba la puerta de su casa abierta y llamaba a casa de la vecina de al lado (la nuestra). Allí se quedaba charlando hasta que se secaba su suelo. Muchos días limpiaba su pasillo más de una vez.

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  4. Eso son palabras mayores.Intentar pasar de puntillas era una tentación y un arte para que no te pillaran.jajaja

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  5. Si señora, hasta tu portería es estilosa.
    (Hermana mediana)

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  6. Lo que se merecen mis visitas, faltaría màs!!!

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  7. El poder del suelo mojado.El poder de un palo de fregona cruzado en una puerta.El saber, instintivo, que por ahí no se puede pasar.

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