"LAS BUENAS COMPAÑÍAS"

 

Sentirte afortunado es sinónimo de que la diosa fortuna se fijara en ti para regalarte el don de valorar y poner en práctica el amor. Si tienes la dicha de esa probabilidad, tienes una vida completa, no le pidas más a ella.

El desamor siempre será inferior a su gran enemigo y contrario. Sentir amor para darlo y recibirlo es un acto de generosidad para ambas acciones. Saber que eres capaz de llevarlo en ti, de respirarlo, de conocerlo es tan grande como el poder repartirlo y recibirlo. 

El amor viene incorporado de serie con nosotros; abrir y sacarlo de nuestros corazones depende de muchas circunstancias que no siempre se muestran a favor de esa apertura.

La familia en la que naces o perteneces tiene esa primera llave maestra: el recién nacido se mimetiza con quienes le rodean y repetirá y sentirá en su alma esas conductas que lo demuestran. A partir de ahí, ya tienes una gran parte del camino trazado; continuarlo es pasear.

Si, por el contrario, no te allanaron el suelo en esa etapa primera, no te niegues a seguir buscándolo, está  ahí, está en ti. No desistas de ir a su encuentro, no te rindas.

El amor se despierta con el primer acto de generosidad que tengas para ti y para otra persona. Ambas acciones van unidas: si lo eres con otro, simultáneamente, lo estás siendo contigo. Quizás sea el mayor momento de felicidad plena que sientas y, seguro, te sentirás en paz con tu alma porque ha brotado directamente de tu corazón.

La familia original tiene el privilegio de agrandarse con el tiempo. Ese amor engendrado es infinito. Encontrártelo en nuevas almas te darán más energías para seguir y, sin duda, todas tendrán cabida en ese espacio sin límite.

Que la fortuna me bendijo es incuestionable. Doy gracias a la vida por saber que el amor me acompañó siempre; aunque no lo supiera en algunos momentos, nunca me abandonó. 

A mi familia de sangre, inagotable fuente de amor para conmigo, quiero añadir a esos amigos del alma que tampoco agotan jamás su caudal de generosidad aun en momentos de sequía por aquello de los cambios anímicos. Siempre, a todos ellos, les queda un manantial de amor disponible para mostrarme lo que es el verdadero e incondicional amor que les brota de su alma plena y limpia.

A todos los que habéis hecho posible que mi corazón siguiera creciendo, muchas gracias.


DEDICADO, CON TODO MI AMOR, A MI AMIGA INFINITA Y ETERNA; VA PARA TI, MANA (= ANA MORALES).

Comentarios

  1. Que bueno tener amigas eternas e infinitas y que bueno que estén siempre tan cerca y tan disponibles. Pero ser y tener amigas así, siempre es recíproco, las unas se tienen a las otras. Si ellas son tuyas, tú eres de ellas

    ResponderEliminar
  2. Incondicionalmente siempre tu amiga. Besos, Moby.

    ResponderEliminar
  3. La amistad es,confianza, lealtad, amor, generosidad, incondicionalidad, sinceridad y compromiso.


    ResponderEliminar
  4. Ese tan puro amor está en cuando me levanto, en dar los buenos días con una sonrisa a la persona que tienes a tu lado, en un abrazo sintiendo el calor de la otra persona en los momentos de alegría y también de desaliento; sin embargo llega un día que algunas personas que viajan en el trayecto del tren contigo, se bajan en la parada que menos esperabas pensando que llegarían hasta el final. Ese amor del recorrido SIEMPRE se queda dentro del corazón pero con una herida que aunque desbordes amor como cada mañana, ya no vuelve a ser como antes. Necesito esa reciprocidad, no colocar una muralla a otras personas que se sientan al lado en el vagón del tren aunque cueste, porque el AMOR siempre permanece.

    ResponderEliminar
  5. SiEMPRE es SIEMPRE.Gracias MANO.💚💚💚

    ResponderEliminar

Publicar un comentario