MICRORRELATO:" RENACIMIENTO"
El calor asfixiante de aquella mañana la empujó hacia su armario y a revisar vestidos más livianos donde aflojar esas temperaturas ardientes. Uno tras otro aparecían en estado lamentable; los años hicieron mella en ellos. Los tenía tan olvidados que también se dejaron morir. Demasiado tiempo envuelta en mantas, lanas y verdugos en su mente no necesitaron abrir ese ropero olvidado en el desván de las esperanzas perdidas.
Desenterró su caja de costura de entre otras también escondidas en esos largos inviernos. Tomó aguja e hilo, la vista le fallaba para enhebrarlos. Sus ojos vivían en la penumbra habitual de aquel espacio tristemente apagado.
La aguja y ella mantuvieron una larga lucha en ese paso por el aro necesario y urgente. En el fragor de la batalla, y tras múltiples pinchazos y alguna que otra herida sangrante, salió disparada con fuerza hacia esa pared envolvente. Tal fue la velocidad y la furia en la que viajó que rebotó en varias de ellas y quedaron heridas de muerte amenazando ese esperanzado derrumbe donde volver el cielo y el sol en lugar de ese techo claustrofóbico de donde colgaban esas débiles bombillas. Explotó la burbuja. El calor hizo mella en la desidia de ese largo abandono. Tomó aire, abrió sus ojos y firmó el armisticio con la costura. Cada una iría por su lado. Renovaría su vestuario. Ya no necesitaba taparse más. Iría desnuda. Así llegó.
Es necesario dejar atrás lo ordinario para conseguir lo extraordinario.SIEMPRE.
ResponderEliminarLa ordinariez nunca ha sido lo nuestro. SIEMPRE, únicas!!!
EliminarNo das puntada sin hilo. Parece que todo es coser y cantar. No seré yo quien lo ponga en tela de juicio porque lo has bordado. Enhorabuena, milady,
ResponderEliminarQué maravilla, me ha encantado y removido muchas cosas.
ResponderEliminarGracias por darme fortaleza, Moby.
Muchas gracias, querida Patri.
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