"CUENTOS ARRIMADOS A LA ABUELA: DADA Y LAS TRES REINAS MAGAS"
Para Dada todo era de estreno. Nunca había vivido días tan especiales y diferentes al resto de los ya conocidos. El trasiego de gente era inmenso por todas las calles y tiendas. En cambio, los parques estaban deshabitados. No había niños jugando como de costumbre. Al parecer, permanecían en casa de sus abuelos por la ausencia de sus padres con el misterioso trajín que se traían y llevaban. Algo pasaba, pero, ¿el qué?
Sus papás le contaron que pronto, muy pronto, sería visitada por tres reinas mágicas llegadas de Occidente. Dada no conocía esa dirección y le explicaron que eran lugares mágicos porque de allí provenían tesoros que le serían donados para enriquecerla aún más.
Se acercaba el momento, la tarde empezaba a caer en las calles y en las casas. Los nervios se despertaban y el sueño se retrasaba, tan alterado y emocionado por lo que esperaban al abrir los ojos de un encogido descanso.
Dada no iba a ser menos, y sus ojitos intentaban no cerrarse y verlo con sus grandes miradas azules destellando como su arbolito de navidad.
Tardó, sí, pero, el cansancio la cubrió y empezó a soñar y a ver esa aventura que imaginó según todo lo que había observado ese día más corto para darle más horas a la noche y un temprano despertar:
Dada estaba acompañada de sus papás y jugaban con sus tres compis (Zeus, Joky y Happy) con una pelotita, verde, que era la preferida de todos. De pronto, la terraza se llenó de un bonito humo dorado del que brillaban tres estrellas. Poco a poco, se fue disipando y quedaron visibles: ¡¡¡YA ESTABAN AQUÍ!!!
La primera en aparecer fue la Titamaga Raquel, desde Onuba, del mismo lugar que su papá. Dada y su pandi no podían creer lo que veían, una reina maga delante de ellos!!! Se acercó despacio y puso sobre sus manitas su caja dorada. Dada la abrió y brotaron corazones llenos de amor valiente, fuerte y decidido a vivirlo frente al mundo y por encima de él. Le demostró que se puede, y que la felicidad siempre nace de un corazón pleno, sincero y generoso. Dada entendió lo que era el amor en mayúsculas y se sintió muy feliz de aprenderlo.
Enseguida, pero sin prisas, vio a la Titamaga Dori originaria de Gades, al igual que Nana, llegó tranquila, pausada y... !puntual!. En su cofre guardaba la serenidad ante cualquier acontecimiento, que no llega antes el que empuja sino el que guarda su turno. Su corazón infinito desprendía la sabiduría de DAR sin esperar nada a cambio, y marcharse con las manos vacías porque nada necesitaba para ella. Su generosidad la hizo así.
La Titamaga Charo, desde Híspalis, no tardó en ser vista, portaba una urna de cristal por el que se transparentaba su obsequio: ser tal cual eres, no mostrarte diferente ante nadie, ser única, ser tú. Solo así, la vida te dará la seguridad de ir de frente, sin miedos, sin titubeos porque nada malo puede nacer de un corazón natural y sin artificios ni procesamientos ni añadidos.
Dada comprendió que había llegado la hora del encuentro con ese sueño y que, sin duda, sus papás y su pandi también lo deseaban. Todos reunidos entre globos dorados que anunciaban la magia que ya había llegado para quedarse y Dada se sintió más fuerte, más generosa y más segura que nunca.
Miró al cielo, aún algo oscuro, y agradeció a las estrellas los dones traídos y, tan solo deseó, que todos los niños y niñas fueran tan afortunados como ella.
Qué bonito! 🥲
ResponderEliminarMuchas gracias, Anónimo.
EliminarUna noche mágica se avecina. Lo he comprendido al leerte. Tú estás siendo mi Reina Maga!! Te quiero Mobi
ResponderEliminarMuchas gracias, queridísima Patri.
EliminarOhhh que regalo más bonito es este cuento para Dada!!!
ResponderEliminarEso espero…, . Muchas gracias, Anónimo.
ResponderEliminarMe encanta 🥰
ResponderEliminarMuchas gracias, Anónimo.
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