"GUERRERAS"
Cuenta la leyenda que las míticas, o no, amazonas quemaban su seno derecho para usar mejor el arco al arrojar su flecha externándolo, más fácilmente, en el momento de arrojarlas. Su nombre proviene de a-mazon y se interpretaba como "sin pecho, no amamantado”. Mientras, su seno izquierdo quedaba desnudo y a la vista para conservar su naturaleza de mujer. No renegaban de su condición natural, tan solo la adaptaban a sus propósitos y necesidades en la vida que eligieron frente a ese mundo en el que había que sobrevivir a las adversidades. Nunca se consideraron víctimas ni sacrificios de los hombres. Querían vivir como lo que eran, mujeres con inquietudes que no se permitieron ser débiles ante sus anhelos. Su pasión era montar, trotar, galopar y, su debilidad, los caballos de las mejores razas.
Las amazonas perduran en la actualidad, sin duda. Mujeres que prescinden de su pecho derecho por y para su supervivencia frente a ese enemigo que las ataca. Sin él, su poder de lucha es mayor por ganar esa primera batalla contra ese invasor.
Cicatrizada esa amputación, están en la primera línea de combate, sobre su mejor pieza para montarlo, después de acariciarlo, y darle confianza de que nada había cambiado por la carencia que quedaba impalpable también para él. Su cuerpo resultaba más ligero; ahora, todo sería para esa izquierda fuerte, sana e intacta que permanecía en ella y con los dos. Comenzaba el goce de llevar ella las riendas en ese trotar primero, tranquilo, gustoso que iría acelerándose al ritmo que marcaba sobre él. Su cuerpo se subía desnudo al lomo para mayor disfrute de ambos y provocando ese cabalgamiento continuo e imparable hasta que se sintieran satisfechos y comenzar otro paseo por las nubes y trotando sobre ellas.
Nada era un obstáculo, la pasión se mantenía fuerte y saneada más que nunca. Ambos volaban cuando el encuentro enloquecía en cada trote, en cada galopar, en cada caricia de esos cuerpos unidos por el placer y el triunfo de la victoria.
NOTA DE LA AUTORA: Perder una parte de tu cuerpo y aceptarlo va mucho más allá de lo puramente físico. Gestionarlo depende de la fuerza mental de quien lo ha padecido. No se trata de lo que provoques en los demás sino de lo que tú quieras o sientas. La pasión, el deseo y todas las emociones no se han alterado en tu alma si tú no las has rechazado. Tú eres la misma de siempre. Amar y disfrutar de la vida... solo depende de ti.
Mil veces bravo!! Guerreras y luchadoras hasta el fin!!
ResponderEliminarValiente mi querida Mobi!!
Muchas gracias, mi querida Patri.
ResponderEliminarMe ha encantado. Me asombras continuamente, no siempre, pero si a menudo.
ResponderEliminarPues, me alegra que esta sea una de ellas. Gracias, Anónimo…
EliminarUna maravillosa lección de la autora 💪👏👏🥰
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!!
EliminarEres una gran amazona!! Mucho más fuerte, mucho más segura
ResponderEliminarEn ello estoy... Muchas gracias, Anónimo.
EliminarTú si que eres ejemplo de AMAZONA, una GUERRERA, como la copa un pino. Estoy muy orgullosa de tenerte como amiga ❤️❤️❤️😘😘😘
ResponderEliminarMuchas gracias, encantadísima de tenerte en mi vida. !
ResponderEliminar