"SEGMENTOS VITALES: AMORES QUE SUMAN"

 

Aprendí que un segmento es una línea recta acotada en sus extremos; su medida, a priori, es desconocida; nadie puede asegurarlo ni predecirlo, si acaso, intuirlo a través de pruebas científicas: unas que avisan y otras que lo confirmen. La vida es eso, un segmento, una supuesta línea recta con muchas norias que la define e individualiza y cuyas acotaciones son el nacimiento y la muerte. Sus curvas, momentos de cambio y, sus picos, etapas que marcan situaciones alteradas que no controlas y que te conducen sin preguntarte.

Cuando sientes que el recorrido se va acortando, que el lápiz que la dibuja disminuye de tamaño y los trazos son más irregulares, te encuentras con un inesperado sacapuntas que te lo afila y te permite marcar, lo que estaba en negrita, con más colores alegres ese camino.

Esos lapiceros mágicos trasplantan su grafito original por corazones llenos de amor incondicional y desinteresado, si acaso, con el único interés de hacerte feliz.

Mis padres crearon cuatro vidas, cuatro líneas de vida, de cuya acotación primera fueron testigos directos y presenciales. La vida siguió su curso y, a ellos, pronto les llegó esa barrera que cerraba sus ciclos. De esas cuatro líneas iniciales, nacieron seis y siguen segmentando el mundo con otras nuevas. 

Ayer, el día amaneció contento, presentía que vendría pintado de colores que dibujarían soles brillantes donde su luz estaría presente todas sus horas. Y así fue, Una de esas seis vidas, que hizo  abuelos a mis padres, mi sobrina Dori junto con su marido, Sergio, se hicieron kilómetros de atascos estivales de domingos playeros para darme muchos besos apretados enlazados con abrazos de esperanza, de ánimo y de toda su comprensión. Oídos abiertos a escuchar palabras sinceras y blancas que ellos iban decorando en sus respuestas. Compartimos, con mi hermana Dori (su homónima y mi mitad) un menú exquisito de platos variados cocinados con sonrisas, muchas risas, materias primas excelentes donde las rosas blancas fueron de nuevo protagonistas en esos segmentos vitales que siempre suman los tiempos sin importar cuándo se marchitarán




Comentarios

Publicar un comentario