"CÁNCER: MESES LOCOS, CUERDOS Y ALGUNOS RECUERDOS"


Decía Ramón Lobo, quien era de los de llamar a las cosas por su nombre, que se removería entre sus cenizas si al anunciar su muerte comentaran que ocurrió tras una larga enfermedad; no, él dejó muy claro que lo mató un cáncer, no importaba su duración en el tiempo... Y estoy totalmente de acuerdo con su decisión. Cuando te dan la noticia, las reacciones son tan dispares como los enfermos que la reciben: llantos, descontrol, miedos, angustias, incertidumbres..., En mi caso, no fue una sorpresa, lo imaginaba desde hacía tiempo aún sin la confirmación. El tumor era evidente, lo palpaba y sabía sus intenciones. Fueron los de mi alrededor, los muchos que me quieren y son muchos, los que vivieron esas reacciones por mí. No me alteré, lo acepté desde el primer momento a sabiendas de las consecuencias que me traería. Lo primero que me vino a la cabeza, muy al estilo gaditano, es que desde ese momento sería una auténtica "despechada" pero sin rencores con el mundo, ni con mi cuerpo. Con el tiempo y los años, nos vamos transformando y dejamos por el camino mucho de nosotros y perder un pecho, cuando además, tenemos otro, no es ningún drama, al menos, para mí. Nunca olvidaré las palabras de mi padre cuando volví llorando a casa del colegio porque me llamaron bizca; nací con un ojo vago y eso me ha impedido siempre controlar que vayan parejos en sus movimientos. Él me dijo: no te quejes, que con el otro sí ves muy bien. Y, efectivamente, nunca fue un obstáculo para hacer todo lo que me propuse (bueno, me impidió conducir, pero, no era una de mis ilusiones conseguirlo). 

En estos meses, he leído mucho sobre esas múltiples reacciones al recibir la noticia de que tu cuerpo se ha manifestado gritando que está enfermo. Me he centrado en las emociones de los pacientes al enterarse y en su lucha contra él, no desde su cuerpo, sino desde su estado anímico. He llegado a la conclusión de que cada cáncer y su dueño son diferentes al resto; no hay dos  iguales aun siendo el mismo diagnóstico médico. Cada cuerpo lo vive según su contexto tanto físico como mental y que los resultados son tan distintos como para el resto de la humanidad que, sin padecerlo, sufre por otros males cotidianos sin ser cáncer. La vida está ahí para todos, pero la muerte también. Causa y efecto: Si hay un principio, ha de existir un fin. ¿Por qué cuesta tanto aceptarlo? Por eso mismo, hay que aprovechar la vida mientras la tengamos y seamos dueños de alguna pequeña parcela aún para seguir sembrando y dejar el recuerdo de nuestro jardín.

Comentarios

  1. Anónimo6/8/23, 7:42

    Una gran verdad Manoli. Un abrazo de tu antigua vecina

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  2. Tan luchadora y valiente,,así eres tú!!
    Lo importante es el aquí y ahora!!
    Un beso enorme Moby!!

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  3. Mas de una -y de uno- te agradecerá, querida Manoli, este artículo. Me parece lleno de sensatez, de valentía y de serenidad, y una manera ejemplar de enfrentarse con una realidad adversa, aceptándola y haciendo con ella lo más razonable. Un abrazo, Manoli.

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  4. El vivir cada día ya te trae problemas nuevos, mejor dejar en casa los otros en algún rincón. Muchos besos, Manolo.

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  5. 😘😘😘😘😘😘

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  6. palabras llenas de vida y esperanza , nunca con resignación . Maravillosa .😘😘😘

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  7. Anónimo8/8/23, 0:10

    Soy Inma R. y te admiro profundamente, qué fuerza y serenidad trasmites, eres increíble , vecina de mi hermano, qué ejemplaridad y talante, además de talento incuestionable. Déjame ser tu eterna fan number one. Un enorme abrazo, te quiero amiga.

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  8. Qué lección de vida nos das!! Por eso eres entre otras muchas maravillosas cosas profe!!!

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  9. Muchísimas gracias querido/a alumna. Cuánto aprendí de vosotros!!!

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  10. Eres una campeona!!!!😘😘😘😘

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