"LAS APRETADAS COMPAÑÍAS"
El origen de su nombre se debe a que el convento de los jesuitas tiene su entrada por esta calle. Pero, ellos no vivían solos, sino en la orden de la Compañía de Jesús. Hoy, sólo la conocemos como C/Compañía, entre otras razones, porque no cabe nada más allí. Es una de las vías más estrechas de Cádiz y, para colmo, la más transitada por centímetro cuadrado de la ciudad. A ambos lados, comercios de todo tipo: exquisiteces exclusivas estilo vintage, muchos souvenirs, zapaterías, el estanco expendedor con su número de licencia abreviada para ahorrar espacio, ropas para todos los gustos, más regulares que buenos; collares, pulseras, camisetas, bolsos, cinturones, carteras, maletas... Y aparece, para completar el panorama, una sencilla tienda de sex-hop frente a una pastelería y otra de turrones tradicionales. Ah, pero para dejar constancia de que aquí no se desperdicia un metro o dos, hace poco han inaugurado un hotel, cuya puerta de entrada obliga a ir ligero de equipaje...
Cuando paso por ella, me recuerda siempre a un día de carnaval. No caminas, te llevan y no hay otra que dejarse llevar una vez allí o no entres en ella. El gentío es una masa uniforme donde no se distingue al individuo sino a la marea que lo embulle. Hay que sumarle el valor de padres y madres e hijos en su carritos; no hay señales de tráfico por lo que carecen de normas para peatones que no lo son por ir en volandas. No falta la cola de vecinos comprando su cupón diario atraídos por el vendedor que los canta con versos espontáneos según lo sienta. No es difícil imaginarla: todos los establecimiento llenos de compradores con su cola correspondiente por ser también pequeño el local; sólo quedan poco más de dos metros para el ir y venir de los que aspiran a salir por alguno de sus extremos sano y a salvo o a donde haya tenido a bien bajarlo ese colectivo andante.
Hay que reseñar que si esa torre de Babel existió alguna vez, emigró a esta calle también, pensando que al ocupar la verticalidad por su altura, no estorbaría y aquí sigue porque no es habitual hacer el camino con varios que compartan el mismo idioma; lo hay de todo tipo y lugares. Cada uno con el suyo y todos nos entendemos; entre otras cosas, porque el gaditano habla como quiere y respeta todas las lenguas y variantes. Nos bastan los gestos para dar y recibir los buenos días y siempre dar las gracias.
Compañía desemboca por un extremo a la plaza de las Flores y, por el otro, a la plaza de la Catedral. No puedes ni debes rodearla para hacer el camino más ligero; si vienes a Cádiz y no entras en ella, no presumas de haber estado por aquí, te has perdido una parte de su corazón, porque a los gaditanos nos gustan las buenas compañías.
Si algún día se cambiara el nombre de esta angosta calle, no lo dudaría ¡¡¡ MÁS MADERA!!!
Una delicia de postal mental la que me ha evocado el relato. Quiero volver allí. Enhorabuena
ResponderEliminarUna estupenda radiografía ... de tó Cádiz
ResponderEliminarEsencia pura!!
ResponderEliminar(Hermana mediana).
Qué ganas de conocer Cádiz!!
ResponderEliminarLa describes tan bella y con tanto orgullo!!
Suerte que tiene Cádiz de tener una gaditana como Tú!
Besos Moby!!
Es el Paraíso, todo el mundo debería estar en él alguna vez. Besos, Patri!!!
ResponderEliminarEso es lo que vivo yo todos los días y muy felizmente
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