"DOCE MESES DE TERNURA Y UN POEMA. ¡¡¡FELIZ CUMPLE, DANIELA!!!"
Hoy, el sol completa su primera vuelta en la vida de Daniela. Un año repleto de aprendizaje en emociones nuevas y renacidas. El disfrute de ser abuela no basta con nacerle un nieto, es además, contemplar cómo tu hija se convierte en madre; el reconocimiento de lo que significa la maternidad para todas las mujeres que lo fueron y, especialmente, de las que ellas nacieron; la responsabilidad de la vida adquirida con ese título se comprende mejor al heredar roles en el campo contrario al que vivió antes de serlo.
La vida es un ciclo basado en la enseñanza y el aprendizaje, El instinto es uno de los puntos de partida y la experiencia su compañera. La maternidad no es ninguna imposición para la mujer, vaya esto por delante. La libertad para serlo o no es fundamental; un hijo es tremendamente importante como para que llegue al mundo por un mal cálculo, un error o la falta de deseo por convertirse en madre; pero, cuando se ansía con el alma que ese hijo nazca, comienza este ciclo al que me refería de aprender y enseñar.
Considero un privilegio que una madre le pueda dar el testigo a su hija para que comience la enseñanza basada en esa experiencia y dar sus primeros pasos en su estrenado mundo maternal. Ahora le toca a esa primeriza andar con esa mochila empírica heredada e ir introduciendo el contenido nuevo que va descubriendo y que adaptará modificando hasta darle su toque en función de lo que se va a actualizando y ampliando. La recién nacida abuela observa con orgullo cómo se va enriqueciendo ese legado que le aportó: cuánto ignoraba y cuánto va aprendiendo, tanto que asume sus errores y lo mucho que le faltó en esa práctica primera de madre.
Convertirme en abuela ha sido completar ese ciclo vital a través de tres generaciones de enseñanza-aprendizaje-enseñanza. Mi hija se crio con unos valores y principios sanos, mucho amor y cuidados, pero, he de reconocer, que mi nieta está gozando de una educación menos estricta que la que le di a su madre. Daniela tiene más libertades y opciones para elegir entre muchas más de las que yo le ofrecí. Efectivamente, no se acaba el mundo si se mancha el mejor vestido o vuelve a casa sucia por haberse divertido en el parque. A Daniela le encanta perseguir a sus tres perritos y es toda sonrisa cuando los atrapa y ellos también. Le gusta comer, pero, da su opinión con cada nuevo alimento que prueba mediante sus gestos de aprobación o no de esa primera vez y que, siempre, termina otorgando su satisfacción. Sus padres tienen esa paciencia infinita, de la que yo carecía, para lograr ese triunfo que formará a una persona cuya nutrición ha sido la correcta. Darle un tiempo de calidad donde ella es siempre la prioridad por encima de sus otras obligaciones que cumplirán una vez que hayan sido atendidas las de Daniela. Y, lo más importante, todas las enseñanzas y esos aprendizajes que entran en mi vida, siempre van rebozados en ternura, de esa que yo ignoraba que tenía guardada y escondida.
¡¡¡FELIZ CUMMPLEAÑOS, QUERIDA DANIELA; NUNCA DEJES DE APRENDER.!!!
DADA Y LAS ESTACIONES
Aún con los ojos entreabiertos
del largo sueño, le cortaron
la siesta que los cerraría de nuevo.
Este otoño traía consigo
un bizcochito recién hecho,
coincidiendo con las noticias
del tiempo, igual que hizo su madre
a la hora del almuerzo,
Nació con hambre y
la gritaba de día, de noche
y de madrugada;
Es lo que tiene llegar
en momentos como esos..
Ya calmose en invierno.
su barriguita contenta
le traía tranquilos sueños,
la acompañaban sus saquitos
y mantitas que le daban calor
del bueno;
sin faltar el más natural.
el de sus padres y abuelos.
Las mejores navidades y
el mejor de los años nuevos
fueron sin duda, cuando
entraba este invierno.
La primavera amanecía
con sus primeros frutos,
y enseguida, verduras,
pollito, carnes y pescado
que se unían en papillas y
puré, sin esperas sus bocados.
En el estío, un bebé gateando,
se hacía, sin piedad,
el ama de los mandos.
Ojo avizor nada se le escapa,
y no cesa hasta que lo atrapa;
empiezan las palabras,
lo entiende, y se rescata.
No se le resiste alimento,
come con gusto lo propio
de los tiempos: ama los potajes,
pucheros y los revueltos.
Resumen breve de su primer año,
que cuenta también,
con cuatro dientes
y el apoyo en su pies,
para el próximo cumpleaños,
no parará de correr;
que creciendo como el primero,
en cuerpo y en el bien,
tiene su futuro seguro
de ser una gran mujer.
Felicidades a las tres, especialmente para Daniela. Qué precioso regalo llegó a esa familia el pasado 21 de septiembre y qué bonitos los dedicados por su abuela.
ResponderEliminarMuchas gracias, Anónimo!!!
Eliminar💜
ResponderEliminarNicasia.
Qué alegría verte por aquí, hermana mediana (Nicasia)
EliminarFelicidades, Daniela!!
ResponderEliminarY felicidades a sus padres y abuelos!!
Qué inmensa alegría tu llegada a esta vida!!
Rodeada de seres que te quieren tanto, serás muy feliz!
Eres luz, como tu madre y tu abuela!!
Un besazo enorme y feliz cumpleaños de abuela, querida Moby!!
Muchísimas gracias, querida Patri. Muchos besos.
ResponderEliminarMuchas felicidades, mucha vida buena y mucha humanidad para todos y todas. Besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, querido Manolo. Muchos besos
ResponderEliminarFelicidades para Daniela y felicidades también para su familia por esa niña tan especial. Un placer leerte Manoli, y un placer también haberte conocido. Un abrazo fuerte!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Aurora, encantada de tenerte en la familia. Muchos besos.
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