"EL GLOBO QUE EMPIEZA A DESINFLARSE"

 

Imagino, últimamente, que la vida es un globo que nace cuando llegamos al mundo, se llena en función de la cantidad de vida que nos acompañará en este camino. A mí, me perteneció uno enorme, tan grande que si no lo controlaba podía explotarse con tanta presión como lleno estaba. Ese aire era mi oxígeno y jamás me faltaba para respirar con tanta fuerza como la que derrochaba; inmediatamente se reponía.

Nunca conocí el cansancio, era inagotable, mis sueños cortos y los días largos; con pocas horas me bastaban para estar a mi orden y reiniciarme mucho antes del alba. Capaz, incluso de unir días y noches en un insomnio de varias lunas que yo aprovechaba para crear, construir, adelantar, iniciar lo de tres días más tarde. Siempre por delante, nunca nada pendiente de la hora anterior.

Era una máquina programada que no se desenchufaba, siempre conectada, siempre reponiendo lo gastado automáticamente. En mi trabajo, las correcciones estaban a primera hora de la mañana para devolverlas a sus dueños; en mi cocina, amanecían dulces recién hechos para repartirlos entre los que tenían mi promesa de dárselos; en mi casa, todo se despertaba en perfecto estado de revisión; en la calle, mis pasos eras incansables junto con mi alegría de verme tantos kilómetros recorridos sin notar ningún síntoma de agotamiento.

Crie a mi hija con aquello del no dejes para mañana lo que puedas (para mí, debas) hacer hoy; afortunadamente, no siguió mi consejo y se guía al compás de las  prioridades que le marca el presente en el que va viviendo y siempre está al día a pesar de eso.

Todo eso hacía, todo eso era yo. Pero gasté demasiado y, antes de tiempo, mi legado, ese milagroso globo que me tocó en suerte; no considero haberlo malgastado, todo lo contrario; hice lo que mi cuerpo me pedía y no lo defraudé. Poco a poco, el aire va escapándose y mi energía con él. Ya nada es lo que fue; mi cocina ya no es dulce; mi casa, se mantiene a costa de usarla poco y mis pasos se paran a cada poco para retomar el aire que se cansa y pide asiento para continuar.

Ahora, soy más de reposo y de hacer más lo necesario que lo justo. Todo ha dado un giro de ciento ochenta grados. La escritura, la lectura y alguna sesión de cine en casa son mi sustento; los paseos se miden en metros y estos en temprano cansancio. La vida ha cambiado y yo con ella. Son momentos frágiles ahora los que antes eran hercúleos. Mi cuerpo y yo hemos decidido adaptarnos sin protestar. Es calidad de vida el hacerlo; de nada vale recordar lo que fuimos si ya no lo somos. Aún queda aire en ese globo y hay que aprovecharlo.

Comentarios

  1. Tú siempre has sido Luz y Sabiduría!! Eso perdura en el globo para siempre.
    Además eres muy valiente y puedes con todo lo que te propongas.
    Un besazo preciosa Moby!

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    1. Muchas gracias por tu fuerza en tus palabras; muchos besos, querida Patri

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  2. Inma Reivan14/11/23, 22:16

    Eres una valiente luchadora, con tus ideas muy, muy claritas, óleee y óleee mi Mobyy, te quiero un montón y me encanta como escribes. Chapó! 😘😘👏👏👏💕💕💕

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    1. Eres un encanto de los grandes, muchos besos, querida amiga, querida Inma!!!

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