TRILOGIA MORADA 1:"VERSOS HERIDOS: ¡DESPIERTA, MUJER, DESPIERTA! "
Dormía la tarde en la sobremesa,
ella soñaba, soñaba dormida
y despierta.
El mundo sonreía
abrazado a sus fantasías.
Cerraba los ojos, no le gustaba mirar
lo que veía.
Cerraba los ojos, no le gustaba oír
lo que no quería.
¿Para qué ver?,
¿para qué oír?
Mejor así, dormida,
entre sueños y silencios,
sus ilusiones sobrevivían.
Con golpe seco,
derribó la puerta,
¡eh!, ¡tú! ¡despierta!
quiero la mesa puesta,
con la vajilla de mi madre
y sus bocados en ella.
¡eh!, ¡tú!, despierta,
que traigo cuerpo de feria,
te quiero en el lecho,
que traigo hambre de macho,
y apetito de hembra.
Ella no abría los ojos,
ella se ensordecía,
y se preguntaba en cada grito,
por qué esa maldad
nunca enmudecía,
por qué su suerte
no la protegía.
Ella ya no lloraba,
ella ya se oía,
ella se despertaba,
ella ya sonreía.
Ni mesa ni manteles,
ni ricos platos,
sólo se encontraría una cama vacía
vestida de sábanas teñidas de abandonos
y de huidas.
Quédate con tus golpes,
tus gritos y perdones
que acompañan a telones
cayendo tras ellos,
si hubo sangre en esas funciones.
Vete!, no te demores,
sal de mi casa,
que de mi corazón saliste,
cuando nacieron temores.
Huye, no te detengas,
busca una cueva,
una cueva vacía,
donde no hagas más daño
a flores, seres vivos y naturales,
que bestias como tú,
irracionales,
sólo ganan desprecios
de rosas, amapolas y geranios,
de soles, lunas y estrellas.
Vete, no te demores;
huye, sal de mi casa,
adéntrate en la noche,
noches sin lunas,
mañanas de noches,
tardes sin siestas
ni más placeres
que rota dejaste la vida de muchas otras;
anda, vaga por esos caminos,
piérdete en ellos,
que no mereces más cama
que las que te den las rocas.
Ella ya dormía, pero no sola,
se encontró con ella,
ya vuela tranquila sobre la tierra.
Muy duro, pero muy real!
ResponderEliminarTe quiero mucho Moby!
Sí, muy duro y extremadamente real!!!
EliminarDesgarrador. Tengo pruebas en mi propia familia de esas tristes realidades. Espero que sea un poema en solidaridad con otras mujeres y que no lo hayas vivido en tus propias carnes.
ResponderEliminarNunca lo viví ni en mis carnes ni en las cercanas a mí, pero sí las sufro en las anónimas que caen a diario sin despertarse de ese mal sueño que les tocó dormir.
ResponderEliminarCada palabra tuya es un grito prestado por tantas víctimas... una guerrera como tú sabe qué rendirse no es una opción. Un beso enorme profe!
ResponderEliminarOtro beso grande para ti, querida Isabel!
EliminarQué mal sueño tan bien explicado!
ResponderEliminarLo importante es despertar!!!
Eliminar