"GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DEVUELTO TANTO"
Que la vida es caprichosa no es un secreto para nadie. Ella tiene en su haber los mandos con los que manejarnos y juega constante con un as en la manga. Siempre va por delante sin dejar de controlar la retaguardia ni las alturas medianas del conjunto. Pone y quita ficha en su oca tan particular en los que avanzas o retrocedes casillas a su gusto porque ella siempre gana en ese azarosa competición. Tira el dado sobre el tapete verde de esa mesa en la que la humanidad al completo la rodea pero no con las mismas cartas. Intentamos, si la creemos despistada, marcarlas para ganar partidas y, a veces, salimos triunfadores ignorando que nos lo cobrará porque odia las trampas en su juego.
La vida tiene sus reglas de salida de obligado cumplimiento: honestidad, honradez, generosidad, empatía. Todas las une un gran lazo blanco en una bolsa personal de amor que es lo que mueve al mundo si lo habita o lo para y detiene si muestra su carencia.
Pero la vida también se equivoca. Gira su ruleta y deja a su voluntad elegir número y color y pierden los buenos, los inocentes, los maltratados y los que sólo se limitaban a apostar por una vida tranquila, sana sin más pretensiones que las de sobrevivir.
Y, en este juego vital, está inmerso todo el que respira, pero las apneas nos llegan a todos y con ellas las dificultades para seguir adelante. Encontrarte con el oxígeno es la clave. Entretanto, puedes mantenerte con alguna bocanadas de aire limpio suficiente para continuar esa búsqueda de O2 dentro de ti.
Porque la vida somos cada uno de nosotros, interactuamos con las demás pero hemos de volver a casa para recargar el aire puro que contaminamos al entrar en ese casino impuesto en el que nos jugamos los pasados para que renazcan en presentes y caminen con futuros.
Ayer, amaneció de nuevo el tablero y sus cuatro fichas de colores distintos pero tan iguales. Salimos vencedoras en el podium más alto. La vida mostró su mejor cara y puso la mirada en nosotras. Volvimos a ganar la copa de la amistad de oro. Porque la vida sigue mientras los corazones latan aun entre luces y sombras, entre soles y nublados. Y, entretanto, recuperas lo que creíste perdido como regalo sorpresa de un pasado perfecto anterior.
Ohhh. Que bonita estampa. Estás esplendorosa. Y recuerdo y recozco perfectamente a Mariángeles y a Mamen Cano. No caigo ahora quien es la risueña amiga de la derecha. Quizás no coincidiéramos en Santo Domingo. Un beso para las cuatro. Y que viva la verdadera amistad.
ResponderEliminarLa que no reconoces es Toñi Paradas, una GRANDE EN EL MUNDO DE LA AMISTAD!
ResponderEliminar