"QUAND TU FAIS LA, LA, LA..., PENSE AUX CONSEQUENCES"
Hace mil años que se me quedó grabada esta frase de una escena que pronunciaba el famoso actor francés Louis de Funes en una de sus películas cuyo título no recuerdo. Con ella, reclamaba a su hijo que se hiciera responsable de sus actos al haber dejado embarazada a su novia. Entendemos, pues, cómo interpretar el: lalalá..., que no tiene nada que ver con la canción eurovisiva (o sí...). Esta expresión ha sido usada muchas veces en mis clases para explicarles a mis alumnos la responsabilidad de nuestros actos que realizamos desde la libertad (no, no me refería a situaciones embarazosas literalmente como en la película...).
Es una expresión que se puede y se debe aplicar en multitud de situaciones. El lalalá es el punto de partida donde comienza la ejecución de un acto desde el libre albedrío del ser humano, pero, de la misma manera, paralelamente, van implícitas la responsabilidad y sus consecuencias posteriores.
Actualmente, la situación pandémica sigue alterándonos la vida al mundo entero; la creímos superada y, tan solo, estaba descansando. Hemos hecho demasiados ruidos y se ha despertado y con muchas ganas de permanecer despierta. La acompañan varios parientes para no dejarla sola y, cada vez, el alfabeto griego hace acto de presencia con una nueva aparición estelar.
Creo que no es cuestión de ignorancia por parte de ninguno de nosotros de qué va ya esta situación que lleva en el aire y, en muchos de nuestros cuerpos, muchos meses. Ya está, incluso, calculado el número de infectados que habrá a finales de enero. Tenemos toda la información que necesitamos para saber cómo comportarnos ante él para protegernos y proteger a los demás. ¿Qué haremos?. Está muy claro, muchos lalalás: reuniones a demanda, cenas donde no falten cuñados ni sobre nadie. Muy bonito. ¿Feliz Navidad?
Como siempre muy acertada Moby.
ResponderEliminarA mí que precisamente no me gustan nada las Navidades.
Este año afortunadamente en casa estaremos mi mamá, María Jesús y yo
. Los demás en Ronda y para todos son ventajas. En mi caso no hay que preparar una gran cena, con un picoteo de lo que nos gusta es suficiente y un poco de adorno navideño.
Se acabaron las grandes comilonas que yo en concreto de ver tantísima comida me agobiaba y comía nada y menos.
Intentamos poner de nuestra parte para evitar propagar y contagiar nos.
FELIZ NAVIDAD, PATRI QUERIDA.
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