"VÉRTIGOS"

 Cuando estás en el espacio infinito, tu cuerpo y tu mente flotan sin la atracción de lo terrenal. Pero, si está cercano el momento del aterrizaje, en ese camino te acompañarán las emociones que habitan en ti: vuelves a casa y allí te están esperando. Volar y volver de los vuelos son vértigos que hay que asumir cuando se deciden vivirlos. Hemos  modificado nuestra trayectoria vital y, sin duda, ha sido para mejor y, ahora, solo nos toca adaptar este aprendizaje a las realidades y a lo cotidiano. 

El viaje espacial ha significado la savia nueva que necesitaban mi cuerpo y mi mente para vivir mejor. Mi ERASMUS, personalizado, en un lugar donde soltar lo que pesaba y pasear sin las bridas que me ataban. Leí en algún sitio que para cruzar el mar es necesario perder de vista el horizonte de donde partiste, soltar y crear nuevas alas para ese viaje. Y si ese camino se hace junto al amor que te dan desde la generosidad de no pedir nada a cambio, podrás crecer siendo tú misma y descubriendo en ti todo aquello que ocultaban los miedos al fracaso.

Veo, desde mi cápsula, que la tierra está a punto de completar los 365 días necesarios para reiniciarse en su ciclo anual. Para muchos, es tanto motivo de esperanza como de desaliento por lo que estar por venir. Lo entiendo. El calendario, queramos o no, marca nuestras vidas futuras y también las pasadas. Los años que hemos vivido y los que están pendientes son nuestros, nos pertenecen solo a cada uno de nosotros porque solo nosotros podremos entenderlos o no, pero no pretendamos nunca que sea  misión del resto del mundo el que nos comprenda y nos acepte. No vivamos pendientes de su comprensión y aceptación o no viviremos. Esto es así, No le demos más vueltas.