"DE USAR Y TIRAR: LOW COST 2"

 

Ya hemos hablado de los productos de bajo coste y de su calidad y, lógicamente, de  sus consecuencias. En esta ocasión, me voy a centrar en los seres vivos: seres racionales e irracionales (personas y animales, aunque me salto lo de respectivamente, porque no lo tengo tan claro...).

Respecto a los animales, se está comentando mucho, en estos días, el tipo de crianza que tienen hasta que les llegue su hora. Todo el mundo quiere y necesita comer, eso es indiscutible, pero, al igual que con los artículos de uso cotidiano (ropa, calzado, muebles y demás) se piensa que la comida es también  de usar y tirar (en el sentido de que no vale la pena darle más importancia...) 

Dejemos aparte los residuos externos de esos alimentos ya ingeridos para analizar  qué parte se queda dentro de nosotros también: aprendí, en cuarto de primaria, que nuestro cuerpo gestiona muy bien el proceso de selección durante la digestión: separa lo que el cuerpo necesita para todo su organismo y desecha todo aquello que no le sirve. ?Todo correcto? Depende. Sí, depende de la calidad y origen de nuestra ingesta. Si nos alimentamos con productos de dudosa calidad por no ser natural y estar manipulados para abaratar costes a su productor y a los clientes, está claro que nuestro organismo no se estará fortaleciendo con los nutrientes suficientes para nuestra salud. No solo hay que quitarse el hambre, también hay que alimentarse adecuadamente.

Esto es lo correcto, claro. Pero, no todo lo correcto es siempre viable. La economía de cada casa manda sobre esto. Comer productos transgénicos nunca aportará las proteínas, hidratos y grasas para que exista un equilibrio entre ellas. Hay siempre otras alternativas para hacerlo posible y es, sencillamente, echar mano a otros alimentos, menos atractivos, pero más sanos. Con respecto a los productos cárnicos, buscar más calidad y bajar la cantidad. Es cuestión de reeducarnos. Este low cost no va de comprar artículos sin algodón o sin seda naturales, ni de maderas en vez de conglomerados, sino de  anteponer la alimentación por delante de ellos.