"GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DEVUELTO TANTO"
Que la vida es caprichosa no es un secreto para nadie. Ella tiene en su haber los mandos con los que manejarnos y juega constante con un as en la manga. Siempre va por delante sin dejar de controlar la retaguardia ni las alturas medianas del conjunto. Pone y quita ficha en su oca tan particular en los que avanzas o retrocedes casillas a su gusto porque ella siempre gana en ese azarosa competición. Tira el dado sobre el tapete verde de esa mesa en la que la humanidad al completo la rodea pero no con las mismas cartas. Intentamos, si la creemos despistada, marcarlas para ganar partidas y, a veces, salimos triunfadores ignorando que nos lo cobrará porque odia las trampas en su juego. La vida tiene sus reglas de salida de obligado cumplimiento: honestidad, honradez, generosidad, empatía. Todas las une un gran lazo blanco en una bolsa personal de amor que es lo que mueve al mundo si lo habita o lo para y detiene si muestra su carencia. Pero la vida también se equivoca. Gira su ruleta ...