"Y NO SE BAJÓ DEL BURRO... (BASADO EN HECHOS REALES")
Cádiz es pequeño, se puede ir andando a cualquier parte (yo lo hacía hasta hace un par de años...) o ir en bus. Actualmente, si he de ir a más de un kilómetro, opto por el taxi para no cansarme. Ir es fácil porque salgo temprano y las calles y su gente aún duermen, el problema es la vuelta: no hay por dónde cogerlos. Ayer, como cada tres semanas, acudí a mi peluquería habitual (sita en El corte inglés, merece la pena el desplazamiento por el buen hacer de sus profesionales). Todo, como siempre, fue perfecto. Pero, su salida, de vuelta a casa una vez más, otra aventura. Cuando llegué a la parada, ya había una pareja esperando un buen rato; 15 minutos más tarde, llegó su ansiado transporte y se fue; todo correcto. El siguiente sería para mí. Más de un cuarto de hora pasó y nada, pero, ante mi sorpresa, una señora y su silencioso marido (los que leímos y reímos tanto con nuestro añorado Forges, los habríamos identificado con su Concha y su Mariano, eran calcados...) y que estaban a más de...