"ALGUNA COPA DE MÁS... O NO"
Aunque algunas (malas) lenguas datan su origen varias décadas antes, cuenta la leyenda más cercana y menos fiable, que fue del pecho izquierdo de la reina María Antonieta de dónde tomaron el molde para crear la forma de un cuenco cuyo destino era el de tomar la leche recién ordeñada con fines más eróticos que prácticos, y a los que se les denominó "jatte-tetón" de cerámica o "bol á sein" que traducidos a nuestro idioma se pueden interpretar como vasija de pechuga. Al parecer, por aquel entonces, la reina estaba muy interesada en acercarse lo más posible a la naturaleza, pero, se comenta que su suegro, Luís XV, fue el que se adelantó a su nuera y mandó crearla a partir del seno izquierdo de la que, por aquel entonces, fue su amante, Madame de Pompadour, pero eso sí, nada de fines prosaicos como los de tomarse un buen tazón de lo ordeñado, sino con el glamour de que fuera el champagne lo que los rellenara. Nacieron las copas con clase dentro de su estatus reglamenta...