"MÁS ROJOS Y MARICONES, POR FAVOR"
Enciendo mi ordenador esta temprana madrugada, más de lo normal hasta para mí, y leo y OIGO en las redes y periódicos (los no comprados), la vapuleada entrevista que mantuvo Jorge Javier Vázquez versus la ya conocida cuñadísima Ana Rosa. Fue a las 5 de la tarde, hora en la que ella disfruta de su afición taurina con sus cornadas al sentido común y a la razón de la que ella carece. David contra una Goliath muy pequeña en esa batalla en la que volvió el triunfo para el que se lo merecía. Alguien, de tú a tu, tenía que desenmascararla y nadie mejor que Jorge Javier, nadie como él para lanzar pullas sin miedos a represalias porque él ya está muy por encima de los miedos que la Quintana esparce entre sus subalternos y seguidores. Unos por temor al ostracismo y los otros porque se la creen y ven un mundo alternativo a la realidad, la que ella les muestra como verdades absolutas porque su visión ha echado raíces putrefactas en esa derecha rancia, podrida por los bulos que ella planta con la