"LAS RESPUESTAS DE MI CASA, DE MI HOGAR, OCHO AÑOS MÁS TARDE"
Porque todo tiene su porqué, mi casa también los tiene. A los veinte años, dejé mi cuna para terminar mi licenciatura en Sevilla. Por aquel entonces, Cádiz carecía de universidad y sólo estaba adscrita a la hispalense. De allí, una carretera curvada y difícil me condujo hacia montañas que tapaban el sol y las primaveras durante mucho, demasiado tiempo, en el que habité en espacios muy diferentes: pequeños, espaciosos y algunos desmesurados. De todo hubo. Me aclimataba por igual a sus fríos inviernos que al camino singular de ese puente tan espectacular como temido en días de lluvias, nieves, soles y vientos en los que me mojaba, me congelaba, me quemaba y volaba. Muchos metros cuadrados en total en los que habitaban sólo mi cuerpo y mis decoraciones caprichosas y constantes, imparables porque nunca eran suficientes, siempre quedaba algo pendiente que no los completaba. Y seguía buscando... El vacío estaba lleno de esa búsqueda invisible hacia lo desconocido por no encontrar la res...